jueves, 8 de mayo de 2008

alimentacion canina









Alimentacion Canina


Alimentación de los perros adultos en período de mantenimiento (Alimentación del perro maduro)



Una buena condición física es aquella en que el animal está bien proporcionado, con flancos observables detrás de la caja torácica y costillas que pueden palparse bajo un leve recubrimiento de grasa.

Con la variedad de alimentos para perros nutricionalmente completos y balanceados que se dispone, proporcionar una dieta adecuada para un perro adulto puede ser muy directo y simple sin la necesidad de complementos de ningún tipo.
Si se le administra al perro un complemento de carne o sobras de comida, éstos no deben representar más del 10% del total de la dieta.
Los perros con sobrepeso pueden tener mayores problemas de salud y una expectativa de vida más corta.

Las recomendaciones en cuanto a la alimentación de perros adultos pueden variar, según la raza, la actividad, el metabolismo y las preferencias del dueño. Ya sea que se alimente a un animal una o dos veces por día, se lo debe alimentar a la misma hora y siempre debe tener agua potable fresca. Igual que en los seres humanos, el apetito de un perro puede variar de un día a otro.
Esto no debe presentar un problema, a menos que persista la pérdida del apetito o que el perro muestre signos de enfermedad o pérdida de peso.
En estas situaciones, un veterinario debe examinar al perro.

Alimentación durante la preñez:

Independientemente de la raza de la perra, debe tener por lo menos un año y debe estar por lo menos en el segundo período de celo antes del servicio.
Las hembras con sobrepeso pueden tener índices de concepción menores y mayores problemas en la parición.
Los requerimientos nutricionales de la hembra durante las primeras seis o siete semanas de preñez no son superiores a los de los perros en período de mantenimiento.
Durante las dos a tres últimas semanas, los requerimientos de todos los nutrientes aumentarán y se pueden satisfacer los requerimientos calóricos durante este último trimestre aumentando gradualmente la ingesta de alimento de la hembra.
La forma más fácil de asegurar una adecuada nutrición es alimentar al animal con un alimento para perros de buena calidad, una buena opcion es administrarles alimento de perros cachorros.

No resulta inusual que una hembra preñada disminuya temporariamente su ingesta a las tres o cuatro semanas de preñez. Normalmente, comerá más durante la última etapa de preñez. Sin embargo, si esto no ocurre y comienza a deteriorarse la condición física, se deben tomar medidas para aumentar la ingesta de alimentos.
Esto se puede realizar humedeciendo alimento seco con agua tibia para mejorar el sabor o agregando pequeñas cantidades de alimento para perros en lata al alimento seco y alimentándola varias veces por día.
A medida que se acerca la parición, la hembra podrá perder el apetito.
Esto se considera un comportamiento normal y, a menos que parezca tener problemas de salud, no es necesario realizar cambios en el programa de alimentación.
En muchos casos, el rechazo de alimento durante la novena semana es una indicación de que la parición ocurrirá dentro de las 24 a 48 horas siguientes. Por lo general, a las 24 de la parición el apetito de la hembra retornará.
Durante la reproducción, el agua sirve como un portador de nutrientes al feto en desarrollo y extrae los desechos para su eliminación.Otras funciones importantes del agua en la dieta son ayudar a regular la temperatura corporal y a producir leche.

Alimentación durante la lactancia:

La producción de leche es una de las etapas que presenta más demandas nutricionales en la vida de una hembra.
Una dieta a balanceada de alimento seco de cachorros proporcionará la nutrición que una hembra necesita durante este período.
La demanda de leche para amamantar a los cachorros continuará aumentando durante aproximadamente 20 a 30 días (o hasta 4 semanas).
Como consecuencia, los requerimientos de alimento y agua aumentan durante este período.
En el pico de la lactancia, la ingesta de alimento de la hembra puede estar entre dos y cuatro veces por encima de su ingesta de alimento habitual o de mantenimiento.
Es raro que las hembras muy atentas dejen a sus cachorros para comer o beber y será necesario alentarlas. La misma dieta empleada durante el período de gestación puede administrarse durante la lactancia.
A fin de mantener una buena condición física y de proporcionar grandes cantidades de leche para los cachorros, a las hembras que amamantan se les debe ofrecer todo el alimento que deseen.
Para ayudar a aumentar la ingesta de alimento durante la lactancia se puede humedecer el alimento seco para perros con agua.
Otra razón importante para ofrecer el alimento seco humedecido es que a las tres o cuatro semanas de edad, los cachorros normales comenzarán a tomar bocados de alimento sólido.
Se deben evitar las dietas caseras.
A medida que los cachorros comienzan a ingerir más alimento sólido, disminuirá la demanda de producción de leche de la hembra.
Normalmente se desteta a los cachorros a las seis u ocho semanas de edad, y para la época del destete el consumo de alimento de la hembra debe ser inferior al 50 por ciento por encima de su nivel habitual o de mantenimiento.
Para ayudar a reducir el flujo de leche y evitar problemas en las glándulas mamarias, se recomienda el siguiente procedimiento para el destete:
El día en que se desteta a los cachorros, la hembra no debe recibir alimento pero debe tener abundante agua fresca para beber.
Se debe separar a los cachorros de la madre y se les debe ofrecer alimento y agua. El alimento seco humedecido con agua tibia puede ayudar a estimular la ingesta de alimento de los cachorros.
Al día siguiente del destete, la madre debe recibir ¼ de la cantidad de alimento que ingería antes del servicio.
La madre y los cachorros pueden estar juntos durante varias horas el día después del destete para que los cachorros puedan lactar hasta agotar la leche de la madre.
Al tercer día, la hembra debe recibir la ½ de la cantidad de alimento que ingería antes del servicio y al cuarto día, ¾ de la cantidad. Para el quinto día se le debe ofrecer su nivel de alimento de mantenimiento habitual.
Si la cría es grande, la hembra estará bastante flaca cuando se destete a los cachorros. En este caso, se le debe administrar alimento extra después del quinto día de destete y hasta que su condición física vuelva a la normalidad.

Alimentación de los cachorros:

Durante los primeros siete a diez días de vida, los ojos del cachorro recién nacido permanecen cerrados.
Sin embargo durante ese tiempo, los cachorros duplican su peso de nacimiento y son cada vez más activos.
Como regla general, cada cachorro en una cría debe aumentar aproximadamente su peso de nacimiento cada semana durante la etapa de lactancia o amamantamiento (la primera semana puede ser levemente inferior a esto y las últimas semanas puede ser superior).
Si bien la mayoría de las hembras son excelentes madres, algunas madres nerviosas o poco atentas pueden requerir especial atención para ayudarlas a calmarse y a aceptar a sus nuevos hijos.
Esto puede requerir trabajar con la madre y/o los cachorros y colocar a los cachorros cerca de los pezones a la hora de alimentarse.
Los cachorros que no se amamantan bien pueden ser de tamaño más pequeño, inferior temperatura corporal y menor peso.
Manipular a los cachorros rutinariamente dará la oportunidad de verificar su condición y progreso, si bien una excesiva manipulación puede resultar tensionante para la madre y los cachorros y debe evitarse.
La presentación típica de un cachorro al alimento sólido (alrededor de las 3 o 4 semanas de vida) por lo general implica que el cachorro juegue con el recipiente de alimento de la madre y lama el alimento seco humedecido de sus patas.
El tránsito de cachorros tenderá a compactar el alimento, por lo tanto se debe considerar revolver la dieta compactada u ofrecer cantidades frescas periódicamente . A las seis semanas de vida, la mayoría de los cachorros están listos para el destete.
Si han comenzado a ingerir alimento sólido del plato de la madre, no es inusual que los cachorros mismos comiencen a destetarse a las cuatro o cinco semanas aproximadamente.
Los requerimientos de nutriente para mantener el crecimiento y desarrollo normal de los cachorros son mayores que los de un perro adulto.
Por esta razón, se recomiendan las dietas nuticionalmente completas y balanceadas diseñadas para el crecimiento.
No se necesita ningún complemento adicional como vitaminas, minerales, carne u otros aditivos.
La capacidad del estómago de un cachorro no es lo suficientemente grande como para retener el alimento suficiente en una sola ingesta.
A fin de proporcionar el requerimiento diario de nutrientes necesarios, los cachorros jóvenes deben recibir alimento por lo menos tres veces por día hasta que sus requerimientos de alimento, por kilo de peso corporal, comiencen a nivelarse a medida que maduran.
Los horarios de alimentación pueden reducirse a dos veces por día cuando los cachorros tienen entre cuatro y cinco meses de vida y a una vez a los ocho meses o más.
En todo momento deben tener agua fresca en un recipiente limpio. Al igual que con las hembras preñadas, el alimento seco puede humedecerse con agua tibia para alentar su ingesta.
También se puede emplear leche para humedecer el alimento, sin embargo, demasiada leche puede actuar como laxante y causar problemas digestivos en algunos cachorros y perros adultos.
A un cachorro se le debe dar una hora para que coma, después de este tiempo la porción que no comió debe tirarse.
El alimento seco humedecido o el alimento en lata a temperatura ambiente puede perder el sabor e incluso pudrirse si se lo deja por varias horas.
Se recomienda establecer hábitos de alimentación rutinarios alimentando al cachorro en el mismo lugar y a la misma hora; esto puede ayudar a acostumbrar al animal a excretar en un sitio determinado.
No se recomienda ofrecer alimentos para seres humanos de la mesa porque los alienta a pedir y puede crear un animal con conductas alimentarias selectivas.
Los cachorros que consumen una dieta completa y balanceada no necesitan complementos vitamínicos, minerales o carne.
De hecho, se ha demostrado que el exceso de complementos es perjudicial para el adecuado desarrollo de cachorros jóvenes en crecimiento.
La cantidad de alimento ofrecida a un cachorro variará según su tamaño, actividad, metabolismo y ambiente.
No se debe permitir que los cachorros tengan sobrepeso. Un cachorro con sobrepeso no sólo presenta una pobre apariencia, sino que el exceso de peso puede causar anormalidades en los huesos.
Si parece que un cachorro está engordando demasiado, se debe reducir su ingesta de alimento.
Si parece que un cachorro es demasiado delgado y no existen problemas de salud, se debe aumentar su ingesta de alimento. Siempre que los dueños tengan preguntas o preocupaciones sobre la condición física de sus animales, deben consultar a su veterinario.


Alimentación de perros viejos:

Los perros viejos se definen como perros gerontes o “geriátricos” cuando han alcanzado el último 25 por ciento de su expectativa de vida que está directamente relacionado con el tamaño o la raza y también con el cuidado recibido durante su vida:

Perros de razas pequeñas —– mayor de 12 años

Perros de razas medianas —– mayor de 10 años

Perros de razas grandes —– mayor de 9 años

Perros de razas gigantes —– mayor de 7 años

Se pueden describir algunos signos de envejecimiento, como por ejemplo: Cambios en el peso corporal
Dificultades en la locomoción (movimiento) Cambios en la audición y/o visión Cambios en la piel y/o el pelaje Cambios en los hábitos de orina y excreción Mal aliento asociado con problemas dentales o bucales Los estudios han demostrado que los perros gerontes sanos utilizan las proteínas en forma similar a los perros jóvenes adultos y que los perros geriátricos pueden necesitar aproximadamente 50 por ciento más proteína que los perros adultos más jóvenes.
Sin embargo, las dietas comerciales actuales formuladas para perros adultos en período de mantenimiento por lo general proporcionan las proteínas adecuadas.
Los animales menos activos pueden tener requerimientos reducidos de energía y se deberá tener precaución al administrar dietas densas en energía para evitar el riesgo de un excesivo aumento de peso.

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