lunes, 1 de agosto de 2011

Alimentación para gatitos huérfanos





Si encontramos gatitos recién nacidos abandonados, no dudemos en hacernos cargo de ellos pues tienen muchas probabilidades de seguir creciendo y desarrollándose fuertes. Solo necesitarán un poco de atención de nuestra parte y mucho cariño. La recompensa será impagable pues son seres muy tiernos.

Lo primero que debemos hacer es proporcionarles una caja o canasto, de unos quince o veinte centímetros de altura, colocando en el fondo trapos limpios y diarios sobre ellos.

Si hace mucho frío pondremos una bolsa de agua caliente dentro de la caja cubierta con telas limpias o mejor aún si tenemos con una almohadilla térmica (eléctrica), que envolveremos también con trapos limpios. Naturalmente la caja estará situada lejos de las corrientes de aire y del frío.

Al nacer los ojos de los gatitos estarán cerrados y se irán abriendo cuando cumplan aproximadamente 15 días de vida. Tampoco pueden oír, pero sí oler y tocar.

La vista estará completamente desarrollada a los cinco meses, mientras que los otros sentidos, al año.

Ellos no pueden orinar ni defecar sin ayuda, la madre los estimula lamiéndolos.

Cuando el gatito haya eructado, acariciaremos la zona genital con un algodón apenas humedecido en agua tibia, copiando los lametazos de la madre para que puedan despedir los productos de deshecho. Recién a las tres semanas salen del canasto, y cuando cumplen cuatro semanas están listos para usar la bandeja sanitaria con piedritas o arena para sus deposiciones.

Es importante la alimentación del gato recién nacido, porque duplica su peso a los cinco días desde el nacimiento.

Ejemplo de leche preparada:

- una yema cruda

- una cucharadita de crema de leche

- leche entera preferiblemente sin lactosa “cartón amarillo” ¼ litro (una taza)

(Venden leche en polvo maternizada, consultar en veterinarias)

Se mezcla todo y se entibia a baño de María sólo lo que utilizaremos en el momento. El resto se guarda en la heladera, para ser consumido pero únicamente por un período no mayor a los tres días.

Al principio debemos alimentarlos cada dos horas con un gotero. Lo haremos con paciencia, teniendo cuidado que no se ahoguen. Es conveniente consultar con un veterinario acerca de la leche y los suplementos que convenga añadir. A partir de la segunda semana debemos distanciar las tomas. A los quince o veinte días cambiaremos el gotero por una mamadera (son especiales y se venden en las veterinarias). Se les puede ofrecer paté especial para gatitos (de buena calidad), o alimento balanceado seco triturado o molido humedecido con agua, además de la leche.

Los mininos empiezan a comer solos aproximadamente a los veinticinco días de nacidos.

Si la leche es bien tolerada hay que darles por lo menos hasta los cuatro meses, conjuntamente con el alimento balanceado seco.

La frecuencia de la comida varía según los días de vida de los gatitos.

Hasta los cuatro meses: de cinco a seis veces por día.

Entre los cuatro y seis meses: alimentarlos cuatro veces diarias.

De los seis meses al año: tres comidas al día.

Finalmente: dos comidas diarias.


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